TIMELESS 'CONDENADO'
CALIFICACION: 7.3
CALIFICACION: 7.3
Condenado es el título del álbum debut de los nacionales Timeless, oriundos de la ciudad de Talcahuano. Se trata de un trabajo que consta de ocho canciones y que se desenvuelve con bastante facilidad dentro del heavy metal y el hard rock, con influencias, según sus propias palabras, de bandas como Rainbow, Scorpions, Black Sabbath y Deep Purple, es decir, se nutren de lo más clásico de entre lo clásico… y digo según sus palabras, porque la verdad las similitudes no son tantas, lo que para el caso es una cuestión positiva, ya que si bien reconocen explícitamente cuales son sus raíces musicales, no tratan de emular los sonidos de nadie, convirtiéndose dichos nombres más que en influencias, en una fructífera fuente de inspiración.
La banda la conforman Andrés Oreña, en voz y teclados, David Valenzuela, en guitarra, Miguel Torres, en batería y Cesar Roa, en el bajo, sin embargo y conforme a lo que nos señala el digipack, en las labores del bajo también participan algunos invitados: Mikael Carlsson en los temas Historia del Cielo, Condenado, El Centinela y El Vuelo de la Libélula, y Ricardo Cortes, en Si Yo Amo a Quien Debo Amar y Perdóname, así como también en teclados tenemos la participación de David Prats, en El Vuelo de la Libélula.
Historia del Cielo es el tema que abre la placa. Se trata de un corte relativamente rápido de heavy metal con guitarras galopantes, que se entrelazan en armoniosa sincronía con el bombo y el bajo, logrando consistencia y a la vez soltura en la ejecución, da la sensación que hubiera sido grabado en una sola toma, aunque me imagino que no es así, ya que este es uno de los cortes en donde participa el sueco Carlsson. Durante los fraseos, las intervenciones de Oreña en el teclado son más bien ambientales y solo adquieren mayor protagonismo en los coros y en el minuto final del tema. Debo decir que me agrada el trabajo en teclados, pero no mucho el sonido de este. Por otra parte, me queda la sensación que a Andrés le cuesta un poco dar con el tono adecuado, ya que hay algunas estrofas que no suenan del todo bien en ese sentido.
El segundo corte, Si Yo Amo a Quien Debo Amar, baja un poco las revoluciones, pero mantiene la esencia inicial, es decir heavy metal, pero en esta ocasión más matizado con hard rock, me recuerda incluso un poco al Europe ochentero, pero con voz más aguerrida. Vale mencionar que la voz de Oreña, es más grave y ruda que la que esperaría encontrar en una banda de estas características, lo que para el caso es un plus, ya que claramente los hace ganar en identidad.
A continuación, Condenado, corte que basa todo su peso en los riffs de David Valenzuela, y en la simple, pero excelsa ejecución de Miguel Torres en batería, estos sumados a Carlsson, crean una atmósfera más oscura que lo que habíamos escuchado hasta ahora, de hecho con un poco más de velocidad nos acercaríamos sin problema al King Diamond de Fatal Portrait. A destacar el solo de Carlsson pasados los dos minutos, gran labor la del sueco. Nuevamente Oreña me parece un tanto fuera de tono en la parte del coro, sin duda un detalle a cuidar en futuras grabaciones, y digo detalle porque no pasa de eso, ya que no alcanza a opacar el producto final.
El Centinela es un instrumental de cinco minutos aproximadamente, medio tiempo y pesado, sin grandes despliegues de virtuosismo, ni grandes variaciones ni cambios de ritmo en su desarrollo, que es lo que podríamos esperar de un corte de estas características, es más, aun me sigo preguntando por que no tiene letras, ya que perfectamente podrían haber sido añadidas algunas estrofas. Considerando lo dicho, y si bien es entretenido, me parece un tanto extenso.
En la quinta posición tenemos a Perdóname, otro corte de heavy rock de velocidad moderada, con ciertos aires a Rata Blanca y al Panzer de En el Nombre de…; en esta ocasión me parece que los teclados suenan un poco más fuertes que en canciones anteriores, me hubiera gustado más protagonismo en la guitarra y no tanto de las teclas, de hecho cortes como este o como el siguiente, Delator, me llevan a pensar que la banda adquiriría un importante plus si contaran con otra guitarra o esta sonara más fuerte, más potente, y llevaran los teclados a un plano más secundario, así de paso Andrés podría perfeccionar su labor vocal, ya que tiene un gran caudal para explorar y explotar. Si bien en Delator la presencia del teclado no es tan importante como en el anterior, la guitarra suena algo débil, lo que se acentúa más si consideramos que el riff posee una importante similitud con One Shot at Glory de Judas Priest, o sea, claramente necesita más poder para sonar como debe ser.
Angel de la Luz parte al más puro estilo de Johnny B. Goode, para luego volver a ese estilo del que hablábamos en un comienzo, aquel heavy rock con aires ochenteros. Muy acertados los teclados de Andrés para este corte y notable la labor de Miguel tras los tarros. Cierra el disco El Vuelo de la Libélula, que parte con algunos teclados con aires de medio oriente, me imagino que en cierta medida influenciados por Rainbow. Se trata de un medio tiempo de espacios abiertos durante los fraseos y con mucha presencia del bajo, al más puro estilo del Black Sabbath con Dio en voces, pero siempre manteniendo una fuerte identidad propia, la que esta muy por sobre las influencias que uno pueda llegar a encontrar y ese es un punto muy bien ganado a favor de Timeless.
Solo me resta invitarlos a oír el trabajo de la banda, visiten su sitio web (timelessthno.blogspot.com), en el podrán encontrar algunos videos, adelantos de canciones y el contacto para adquirir el material, el cual viene en formato digipack pro-cdr, con buena presentación y un dedicado arte de tapa, que podría haber destacado aun más si la impresión no fuera tan oscura. Quizás una reedición podría hacer justicia a esto último. En lo netamente musical, un trabajo digno de escuchar, con identidad propia y que permite vislumbrar un buen futuro para esta banda nacional.
Watchtower